El vídeo muestra a unos delfines jugando con aros que ellos mismos crean para eso, para jugar. Se ignora si lo aprendieron o si es una habilidad innata.

El delfín hace un giro con su cabeza y, como por arte de magia, frente a su hocico aparece un aro en forma de donut, de aproximadamente 1 metro de diámetro. Además, se las ingenia para sacar de ese aro grande uno más pequeño.

No me canso de ver este vídeo:


Para crear los aros pequeños el delfín usa una técnica distinta, que puede ejecutar con un movimiento rápido de su cabeza.

Una posible explicación a esto es que esos aros son “vórtices o corrientes de aire”, invisibles y giratorios, generados por la punta de la aleta dorsal del delfín cuando éste se mueve y gira a gran velocidad creando como una línea en el agua, y cuando rompe esa línea, sus extremos se cierran formando un aro.

A mayor velocidad del fluido alrededor del núcleo del vórtice, menor es la presión a la que el fluido se aleja. El delfín inyecta aire dentro del aro mediante burbujas que expele de su hocico.

La energía del vórtice de agua es suficiente para impedir que, durante unos segundos de juego, esas burbujas se escapen y suban hasta la superficie.

La ballena beluga también sabe divertirse con aros que crean ellas mismas:


Y esta es Thorn, una ballena jorobada nacida en 1983 que hace unos aros de burbujas espectaculares: